BIGOTES EN REMOJO

Me debería apenar la situación de Álvaro Maguiña, pero no puedo ser hipócrita y decir que no tiene merecido lo que le pasa.

Su actual situación es la suma de las atorrantadas y despropósitos que ha cometido en los últimos años, desde que era el rostro visible de las noticias redactadas por Vladimiro Montesinos y sus secuaces, hasta que protagonizó una desaforada novela rosa en Panamericana.

Que no pida la contemplación del gremio periodístico, pues a él nunca le importó solidarizarse con sus colegas.

Es más, hasta se volvió un agresor, cuando atacó con una pistola de voltaje (la llaman taser) a uno de los reporteros de mi programa .Pero, no puedo justificar la actitud matonesca de un sujeto como Maguiña, quien se olvida de la serie de excesos que ha cometido, enlodando esta noble profesión.

No sé si crea que con su cara de cordero degollado dará lastima por todos lados. La verdad pecaría de incauto si pensara que después de ensuciar a medio mundo en Panamericana, lo iban a seguir aguantando, como si de periodista alguna vez hubiera hecho algo meritorio.Tampoco es que defienda a la Barbie, digo a Jéssica Tapia, o al galancete de Álamo Pérez Luna.

Ambos son de la misma ligereza ética y moral de Álvaro. Aunque, no por eso vamos a tragarnos todo el rollo que suelta el bigotón. Sus desventuras amorosas que tenga la dignidad de mantenerlas en privado.Sus últimos rajes los hizo en mi programa .Me salgo un instante del tema de Maguiña para comentar un extraño fenómeno, los directivos de ATV y Panamericana no se quieren, se detestan, pero les encanta darle cabida a lo peor de nuestra TV. Están bien que se ubiquen en la avenida Arequipa, pero no por eso tienen que prostituir la pantalla.Los del ATV ya contrataron a Álvaro.

Y él va a asumir, por fin, su verdadero rol de periodista, en un segmento que tiene más de cómico que de noticioso, en el programa ¡Qué tal Mañana!, donde el Jirafales de la TV lorcha compartirá un panel con gente de su nivel, como Mónica Cabrejos.