FARÁNDULA LIMEÑA

martes, setiembre 05, 2006

SIGUE LA AVENTURA

Cuando el éxito te favorece, lo más difícil es mantenerlo, es ahí cuando se puede apreciar el talento de las personas para demostrar que verdaderamente son capaces y no fueron flor de un día. Aldo Miyashiro es el principal gestor de La Gran Sangre, y ha iniciado con buen pie su segunda temporada.

El mérito del chino no es poca cosa. No lo logró de la noche a la mañana, como es el mal de muchos, es más sus inicios fueron bastante blandengues. Yo critiqué las miniseries Misterio y Lobos de Mar, que pese a tener ciertos méritos caían en notorias falencias que las desdibujaban.

Uno de los mayores errores de esas producciones fue su extensión. Demasiados capítulos para historias que pudieron contarse en menos tiempo. El protagonismo de Miyashiro también saturaba, sobretodo porque no era el personaje principal.Estos yerros se subsanaron en la primera temporada de La Gran Sangre, donde el guión tuvo un ritmo adecuado, y Aldo realizó una interpretación bastante más sobria, dejándole mayor cancha a Carlos Alcántara, quien desde Pataclaun no recreaba una perfomance tan lograda como la del Dragón.

Pero no crea que Miyashiro dejó de lado su concepción de las miniseries para lograr el reconocimiento. Entre sus iniciales producciones y ésta última hay similitudes obvias, el ambiente suburbano y con visos de ficción, bastante parecido al cine noir, o novelas gráficas como La Ciudad del Pecado.

Los actores son también una constante. Pietro Sibille y Alcántara lo han acompañado antes. Y el resto del elenco se ha sabido plegar a la idea que el chino y su socio, Jorge Carmona, han ido desarrollando. Un buen aporte es el del realizador Josué Méndez, el galardonado director de la cinta Días de Santiago.

La fórmula del éxito existe, y es saber leer lo que le gusta a la gente y conjugarlo con aquello que quieres mostrar. La originalidad de la primera temporada sigue estando presente en esta nueva aventura, que se evidencia en el uso del recurso auxiliar de los dibujos animados, como en el asalto al banco.

Que los malos sean un trío de villanas nos lleva a una inevitable batalla de los sexos, que la mayoría de veces resulta interesante. Entre las actuaciones de las chicas, me quedo con la de Camila MacLennan, quien vuelve al Perú, pero no es ninguna novata en el mundo de la actuación. Más adelante hablaremos de su trabajo en el exterior.Como vemos, Miyashiro ha madurado, no sólo como actor y productor, sino también como guionista.

Hace poco, contó que paso por las aulas de la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza, con lo que se demuestra que crear historias no es tarea sencilla, uno debe alimentarse de diversas formas de narrativa.Un consejo, siempre se dijo que La Gran Sangre tenia mucho de la recordada serie gringa Los Magníficos, y si bien eso funcionó en un inicio, deberían tomar distancias de ese formato.

Las peleas entre Tony y Mandril, se parecen mucho a las de Mario Barackus y el loco Murdock.