FARÁNDULA LIMEÑA

sábado, setiembre 30, 2006

DETRÁS DE BAYLY

El regreso a la TV peruana le sirvió a Jaime Bayly, como siempre, para volver a captar atención en el extranjero, y regresar a su viejo sueño, que es conseguir éxito en el mercado latino de Miami, ciudad donde vive y, aunque diga lo contrario, prefiere a Lima cualquier día de la semana.Para Bayly, el Perú es siempre fuente de inspiración, por algo todos sus libros, sobretodo en las partes tórridas, hacen referencia a Lima.

Es como si el ex niño terrible tuviera que pasar por nuestra capital para rearmar su artillería, seguir escribiendo, o regresar a la pantalla chica.No digo que Jaime no sienta ningún apego por nuestra tierra, pero es seguro que prefiere otros lares.

Para mí, el conductor de El Francotirador tiene una relación casi vampiresca con el país, le saca lo mejor posible y luego se va a veranear a gringolandia.Claro que no lo estoy comparando con Laura Bozzo, que es una autentica terrorista televisiva. Bayly no muestra una mala cara de la sociedad limeña, coloca lo bueno y malo, la cara y el sello, tal como él la ha percibido en sus años de niño, adolescente y joven.

La autoproclamada doctora de los pobres no habla de la realidad que ella experimentó, sino la que se creó para lograr sus fines. Jaime no habla de pobrezas y pueblos jóvenes porque él no los conoce, Laura, en cambio, se ceba en esa gente presentándolos como seres infrahumanos, que, al igual que un numerito circense, llama la atención del televidente.En ese aspecto, no se le puede reprochar a Bayly que prefiera trabajar para la TV gringa.

Sin embargo, me suena hipócrita que diga que seguirá dándole su sitio al Francotirador,pues la calidad del programa ha ido en bajada, y eso es notorio.Su última emisión tuvo como invitada central a Angie Jibaja, quien se mostró como siempre, burda, tosca, y aunque no podría confirmarlo, no parecía estar totalmente lucida.

Sus respuestas eran casi ininteligibles, y el comportamiento realmente impropio para una supuesta modelo internacional.Por si fuera poco, el vestido elegido por la Jibaja no pudo ser más revelador, su busto no se expuso públicamente por obra y gracia de la gravedad. Como corolario, Bayly llevó su rencilla con Raúl Tola a extremos ridículos.

Si me preguntan, entre ambos personajes, prefiero a Jaime, por su innato manejo del escenario en una entrevista, contra un tipo que hasta ahora no me explicó qué hace al frente de Cuarto Poder. Pero, la peleíta no estaba para ser transmitida.