FARÁNDULA LIMEÑA

sábado, febrero 03, 2007

NO DEJA NADA A LA IMAGINACIÓN

¡Harry Potter se desnuda! La noticia ha corrido como reguero de pólvora por las distintas páginas de espectáculo del mundo, y ha sacado roncha entre los padres de sus millones de admiradores.

Ellos no conciben como sus hijos puedan admirar a este adolescente que se quita la ropa y empieza a juguetear con un caballo.

Claro, que si nos quedamos con esa premisa podríamos pensar que Daniel Radcliffe se volvió loco, o que esta intentado hacer del escándalo una forma de vida o de promoción.

Pero, la realidad dista mucho de eso, el joven actor esta participando de una obra teatro, Equus, que es ya un clásico moderno, escrito por el prolífico guionista Peter Shaffer.

Vayamos un poco más allá del simple desnudo, es un papel que muchos interpretes de la edad de Radcliffe, 17 años, matarían por obtener.

Además, significa un desafío en la carrera de un artista que corre el riesgo de verse encasillado en un personaje que asoma como inolvidable, pues Potter va a permanecer por mucho en la retina de sus seguidores.

Y, de paso, demostrar que puede personificar roles totalmente distintos al del aprendiz de mago, tan retadores como el del mozo de establo que experimenta trastornos mentales en Equus.

Pues la vida de Harry tiene un limite bien marcado, la creadora del super popular héroe literario, J. K. Rowling, ha anunciado que el esperado sétimo libro, a publicarse el 21 de julio, será el último de la saga.

Lo que si asoma como una amenaza es la magnitud de la reacción negativa de los puritanos padres de familia.

Se sabe que Hollywood suele ceder ante presiones como estás, por lo que no resultaría descabellado que despidieran a Daniel de los siguientes filmes de Potter.

Claro que sería a partir de la sexta entrega, pues la quinta ya esta terminada y sólo espera su fecha de estreno.

¿Cómo terminará esta historia? La verdad que espero no termine en ridículas sanciones a Radcliffe, pues a mi juicio, él lo único que ha hecho es tomarse en serio su profesión de actor.

Y, nadie tiene derecho de quitarle esa opción de superarse y de no quedarse en ser uno de esos artistas infantiles, tipo Macaulay Culkin o Linda Blair, que luego no reciclaron éxitos de adultos.