FARÁNDULA LIMEÑA

lunes, diciembre 11, 2006

LA MAFIA Y SCORSESE

La última película de Martin Scorsese marca su retorno al mundo de la mafia, de la forma descarnada con la que él suele mostrarla, muy distante a la de Francis Ford Copolla y su trilogía de El Padrino.

Sólo que esta vez el director de El Aviador se enfoca en los gángsters irlandeses, que en brutalidad y sadismo no tienen nada que envidiarles a sus pares italianos.

Sin embargo, el peso de la historia de este filme, titulado Infiltrados, no está netamente en los mafiosos, sino en los dos jóvenes, Leonardo Di Caprio y Matt Damon, que sirven de espías tanto en el circulo criminal, como en la policía.

Scorsese nos retrata todos los problemas que deben vivir estos infiltrados, Di Caprio como un policía que ingresa a la organización mafiosa comandada por Frank Costello (interpretado por Jack Nicholson), y Damon como un joven esbirro del mencionado capo que pasa a engrosar las filas de los agentes del orden.

Nicholson no hace su mejor papel, si lo comparamos con el del Joker o en Mejor Imposible, y posiblemente su mayor exceso sea en los gestos, que le dan un aire diabólico a su personaje.

Recuerdo a Joe Pesci en filmes como Buenos Muchachos o Casino (ambas de Scorsese) personificando a un rudo matón, y él nunca tuvo la necesidad de recurrir a forzadas muecas.

A mi gusto, Damon es el más cumplidor del elenco, sobresaliendo por encima de un Di Caprio un poco desteñido si medimos sus últimas actuaciones en El Aviador y Pandillas de Nueva York (esta dos, también bajo la batuta de Martin).

Matt me hizo acordar lo buen actor que es, a pesar de que últimamente haya preferido papeles más taquilleros, en desmedro de trabajos como el de En Busca del Destino o El Talentoso Sr. Ripley.

Un detalle aparte, me molesta que encasillen a los actores veteranos en roles repetitivos. A Nicholson rara vez actúa de bueno, y a Martin Sheen no pueden ponerlo más que como el buenote, si son interpretes con tantos años en este negocio, deberían de darles personajes más retadores.

Pese a estos defectos, Infiltrados cumple de lejos con las expectativas que rodean a todos los filmes sellados por Scorsese, así que si tiene ganas de ver buen cine no deje pasar esta película.