FARÁNDULA LIMEÑA

martes, noviembre 21, 2006

LA FUNCIÓN DEBE CONTINUAR

Cuando veo la cartelera cinematográfica de Argentina, no puedo dejar de sentir un poco de envidia, en esos lares más del 50 por ciento de las películas presentadas son hechas a nivel nacional. Es una realidad cercana geográficamente, pero muy lejana en términos de producción. Y antes de resignarnos, debemos pelear por mejorar, pues material humano sobra.

Muchos dirán que estamos caminando lento pero seguro, dado que en los últimos tres años varios cineastas han lanzado sus operas primas, como Josué Mendéz y su sorprendente Días de Santiago, o Fabrizio Aguilar y su Paloma de Papel que voló alto, pero ya ha pasado un buen tiempo y ambos directores no han sacado un nuevo proyecto.¿Por qué no estrenan un segundo filme? ¿Falta de ideas? Nada de eso, a ambos directores le sobran, el problema pasa por el presupuesto.

Mendéz recién iniciará el rodaje de Dioses, su nueva cinta, gracias a los réditos que Días de Santiago le ha dado. Mérito propio, pues el tan mentado apoyo del Estado paga mal y tarde.

Seguramente han escuchado hablar del Conacine, o si prefiere el Consejo Nacional de Cinematografía del Perú, institución que debe recibir una suma de siete millones de soles al año del Estado. Cifra que rara vez se completa oportunamente, y que de cumplirse podrían permitir realizar hasta 50 películas que subsisten en alguna refrigeradora.

Puede parecer una exageración, pero es totalmente cierto. Basta con recorrer las diferentes facultades de ciencias de la comunicación para encontrarnos con jóvenes cineastas que están reuniendo presupuesto para alcanzar sus sueños.

Nombres como los de Eduardo Mendoza (Mañana te Cuento), Frank Pérez- Garland (Un Día sin Sexo) o Sandro Ventura (Talk Show) han tenido que esperar varios años para hacer sus filmes.Valgan verdades, estos tres directores cuentan con buenos vínculos que les han permitido avanzar, pero ellos mismos son conscientes de que tienen muchos colegas a los que, injustamente, se les cierran las puertas.

Por eso, de manera solidaria se han unido un buen número de hombres de cine, entre cineastas, actores y productores, para mandarle una carta al presidente de la República, Alan García Pérez.Alguno podrá pensar que el Perú tiene mayores problemas para dedicar presupuesto a financiar películas.

Habría que señalar que en el ingreso a las salas de cine se cobran impuestos, y esto es retroactivo. Muy aparte que la producción cinematográfica es un valor cultural imprescindible, países como México son conocidos mayoritariamente por su arte.

Ojalá que en el 2007 podamos ver filmes como El Acuarelista, que marca el alejamiento de la actuación de Patricia Pereyra, y Una Sombra al Frente, la última cinta de Augusto Tamayo, uno de los pocos sobrevivientes de la vieja hornada de realizadores peruanos. Esta producción nos devuelve a la pantalla local a Diego Bertie.