FARÁNDULA LIMEÑA

jueves, noviembre 16, 2006

CULTO A LA VIOLENCIA

Zapeaba el miércoles en la noche la televisión cuando me percaté de la más reciente premiación del alocado mundo del espectáculo norteamericano: los Scream Awards 2006, que para ser sincero, pese a los vertederos ríos de sangre que salían de la pantalla, no puedo negar que pasé un momento muy divertido.

Si al Óscar lo manejan los conservadores y arcaicos miembros de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood, ¿por qué se hacen ascos de premiar a una cinta de temática gay, como El Secreto de la Montaña?

En esta nueva ceremonia se reconoce todo aquello que escandaliza a estos señores.Mientras la noche de los óscares está amenizada por las encantadoras y melódicas voces de Enya o Celine Dion, en los Scream Awards (o Spikes, por el canal de TV que organizó la velada) el número musical corrió a cargo del irreverente y frenético estilo de Korn.La Academia suele reconocer la dilatada trayectoria artística de alguna luminaria del cine.

Este año fue al director Robert Altman, en los Spike se homenajeó a Ozzy Osbourne.Ozzy es un músico que práctica el metal más pesado, tiene aires diabólicos, aunque dicen que una vez rehabilitado de las drogas no lo hace mal como padre de familia.

Es recordado por miles de seguidores, y firmemente odiado por los protectores de animales, pues pisoteaba pollitos en sus conciertos y hacía algo con una vaca y un cartucho de dinamita, que prefiero ni mencionarlo.

Entre las estrellas de la noche tuvimos a totems tan respetados como Quentin Tarantino o Robert Rodríguez, que te puede o no gustar el cine de acción, pero hay que reconocer que son geniales.

No me pondré a ver mil veces Kill Bill, aunque la disfrute de cabo a rabo, la pelea de Uma Thurman con los sicarios japoneses es de antología.

Tarantino y Rodríguez se han unido una vez más en una cinta que dará que hablar, llamada Grindhouse.

Ambos estaban felices y hasta mostraron el primer trailer del filme, que es muy sangriento, un autentico culto a la violencia, y a pesar de mi pacifismo extremo, no creo que me la pierda.La presencia de William Shatner fue realmente imperdible.

El viejo capitán Jim Tiberius Kirk aún se las apaña para estar vigente, como demuestra en la serie Boston Legal. Su presentación fue un resumen del clima de la noche: "He aquí a uno de los más grandes h? de p?". Me encantó que por fin se premiara a los cómics, los que leen regularmente esta columna saben que soy adepto a ellos.

La presea la logró Malver Zombies, donde héroes como el Capitán América se convierten en muertos vivientes. Prometo hacer un comentario más extenso sobre esta historieta.

Una mención aparte merecen las nominaciones, que incluyen la mejor mutilación, la reina del alarido, el villano más vil, el mejor remake, la mejor secuela y hasta el más admirable súper héroe.

Valgan verdades, la violencia no es buena ni la justifico, pero es mejor calmar los instintos hostiles que tenemos todos (no se hagan los santos), yendo al cine, que dejarlos explotar en las calles o en nuestros hogares.