FARÁNDULA LIMEÑA

lunes, octubre 02, 2006

LA HORA DE LA URRACA

Durante muchos años las nueve de las noche le perteneció a cierto programa farandulero cuyos contendidos, conductora inclusive, eran, por decir lo manos, nocivos para el televidente consciente.Ella, más conocida como la Urraca, se sentía imbatible en lo que a sintonía se refiere. Quizás por ello no se medía en las notas que presentaba, varias eran sumamente chocantes (al punto que generaron más de un proceso judicial).

Lo cierto es que un día, la Urraca dejó de liderar en las mediciones de ráting. Las telenovelas de Televisa, programadas por América TV, la superaban en las preferencias del público.La irritada ave de mal agüero se excusó señalando que los melodramas charros contaban con un gran presupuesto y un extendido arraigo entre las seños peruanas.

Obvio que no mencionó que estas novelas ya habían sido transmitidas en el cable, y por lo tanto más de un televidente prefería hasta repetir La Madrastra antes de soplarse a la Bruja, digo Urraca.Pero, las cosas se le pusieron color de hormiga cuando las miniseries de Frecuencia Latina empezaron a imponerse, ahí ya no existía el pretexto del producto foráneo, eran producciones lorchas las que la superaban.

Claro que tumbarse a un monstruo (mediático por si acaso, no me estoy refiriendo a su aspecto) no es cosa fácil, no todas las series de Frecuencia Latina funcionaron con éxito, es más bolos fijos como la biografía de Ferrando fracasaron.Sin embargo, una vez que Michelle Alexander y los chicos de Capitán Pérez (léase Aldo Miyashiro y Jorge Carmona) se pusieron las pilas, con miniseries como Las Vírgenes de la Cumbia y La Gran Sangre fueron cautivando a un público fiel.

Hoy, la Urraca se desespera por su bajón en el ráting, mostrando una obsesión que raya con lo enfermizo, pues sus números no son malos, pero para ella no ser la líder es algo imposible de digerir.