¿EXISTEN LIMITES PARA EL ENTRETENIMIENTO TELEVISIVO?

Los excesos cometidos por conductores televisivos como Laura Bozzo o Magaly Medina nos hacen sentir que nuestra TV es realmente deprimente, pero ¿Esto es una muestra más de que somos parte del tercer mundo? ¿En los países más desarrollados existe una televisión más moderada?.

La realidad no es tan simple, es cierto que podemos ver producciones norteamericanas y europeas que son realmente magnificas, pero no hay que olvidar que los programas del estilo de la Bozzo nacieron en los EEUU. Hace varios años emitieron en el Perú Geraldo, un show donde llovían los golpes.


Hay que resaltar que dicho espacio era dirigido al público angloparlante.

El viejo continente tampoco se libra de la TV basura, basta pasearse por los canales españoles, donde conviven desde concursos de conocimientos (altamente recomendables), hasta programas como Crónicas Marcianas, donde el conductor Boris Izaguirre no duda en desnudarse cada vez que le provoca.

Justamente, desde Holanda ha llegado el más reciente escándalo. Un reality show (género televisivo) de gran aceptación en los países del primer mundo) donde una mujer que esta en fase terminal de una enfermedad mortal deberá de seleccionar entre tres candidatos al que se beneficiará con su riñón.

Solamente de leer la idea, uno siente que se le escarapela la piel. ¿Cómo convertir en un entretenimiento mediático un tema tan delicado como la donación de órganos? Evidentemente, esto va a herir susceptibilidades en la gente que ha visto morir a sus seres queridos a la espera de un “milagroso donante”.

La televisora holandesa BNN ha explicado que el objetivo de este programa es llamar la atención sobre la burocracia en los tramites de donaciones de este tipo. Sobretodo, porque el fundador de dicho medio de comunicación, Bart de Graaff, murió hace siete años por no encontrar un donador.

Los motivos pueden parecer loables, pero no deja de ser una excelente arma publicitaria. Más aún, teniendo en cuenta que la productora responsable de este espacio es Endemol, la misma que se ha dedicado a explotar estos shows de la realidad, donde las personas exhiben sus intimidades si medir las consecuencias morales en la audiencia. Ellos trajeron al Perú El Gran Hermano del Pacífico.

Por estos lares, se está gestando un nuevo programa donde la competencia será, otra vez, entre aspirantes a ser las nuevas estrellas de la música. No quisiera que copiáramos ejemplos tan malos como el de los holandeses, pero porque siempre deben ser shows de canto. ¿Por qué no probar algo nuevo como candidatos a actores?