FARÁNDULA LIMEÑA

sábado, octubre 07, 2006

FINAL CON INTRIGA

Es posible que muchos de los fanáticos de la Gran Sangre, sobretodo los más jóvenes estén decepcionados por ver cómo disparaban, de forma mortal, contra el Mandril, personaje interpretado por Pietro Sibille, pero la verdad es que la mejor forma de concluir una temporada y enlazarla con otra es dejar un aire incierto y de suspenso.

Valgan verdades, desde antes de iniciarse la transmisión de esa secuela, Aldo Miyashiro anunció la muerte de uno los miembros del equipo justiciero. A falta de un par de episodios balearon a Tony Blades, por lo que más de uno pensó que sería el sacrificado.

Pero, como los televidentes ya saben, ese fue un bluff (engaño en el póker), pues el chino apenas estuvo convaleciente. Por ahí alguno creyó que los productores se habían echado atrás con el trágico final, aunque, no fue así.

Sin embargo, ya se rumorea que el estado del Mandril no es tan terrible, pues entrará a un proceso de coma. Estrategia mediática que le permitirá entregarse al rodaje de su segunda película, Pasajeros, donde alternará con Mónica Sánchez.

A mí ese final sí me ha gustado. Ya es tiempo de que los productores peruanos empiecen a aprovechar estos recursos que da la ficción. Un caso claro, que ya tiene varias décadas, el disparo a JR Ewing, el malvado magnate petrolero de la serie Dallas.

El inicio de la siguiente temporada marcó todo un hito en la TV gringa.Aunque me gustó el final, la miniserie me pareció menos convincente que la primera, el detalle de la guerra de los sexos falló por la evidente diferencia física entre personajes como Sibille y su pareja en la vida real, Katerina D´onofrio.

No obstante, hay que tener en cuenta que se trata de un cómic televisivo, por lo que pueden usarse ciertas libertades.

En todo caso, las chicas resultaban atractivas y convincentes en su rol de villanas.Quienes, como yo, prefirieron la original, les será grato enterarse que es un hecho el regreso de El Conde y los Malditos en la tercera entrega, donde, además, se anuncia una etapa oscura en el interior de la Sangre, con reproches entre los miembros y dejándose ver el lado humano de cada uno.